El estado del sabio no es el de la exquisita presencia de Dios que los buscadores experimentan; más bien es la completa ausencia de presencia o de ausencia. Lo que hace es dejar fluir los eventos en el momento, la experiencia de lo que sea que esté ocurriendo: alegría, pena, felicidad, tristeza, frustración, satisfacción. Perfecta quietud.
lunes, 3 de diciembre de 2018
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