jueves, 5 de julio de 2018

«Yo soy Eso», pero...

Adyashanti
        Yo soy Eso, pero... tengo que ocuparme de mí mismo, sanear mi vida, profundizar, ser más consciente, estar aquí y ahora, sumirme en el silencio, salvar el planeta, exteriorizar mis emociones, pensar en positivo, establecerme en el estado del «testigo», sentirme lleno de dicha, encontrar un gurú, ser útil, encontrarle sentido a la vida, tranquilizar la mente, realizar buenas obras, deshacerme del ego, alcanzar la madurez, ser más práctico, iluminarme, encontrar a mi alma gemela, organizar una ceremonia, recibir iniciación, permitirme sentir...

       A fin de cuentas, ¿quién soy yo para llevarte la contraria? Si no te importa, mientras te ocupas de todo eso, voy a tomarme un té y a leer el periódico.

Lo que ya existe

      Lo que existe, ahora mismo, es perfección: el presente no surge de ningún pasado ni conduce a ningún futuro. Todo aparece en el momento presente en la consciencia en forma de representación teatral.

      Puede que ese aparente personaje individual se dedique al desarrollo personal, a la vida espiritual o a cualquier otra cosa a lo largo de su vida, pero la claridad de lo que eres es lo único que socava la búsqueda del Despertar o de ser algo distinto de lo que ya existe.

Claridad, lo evidente

      La obra teatral de la vida no consiste en una creación aparte que tú contemples y presidas. Tú, Conciencia, aparece en este momento en forma de obra teatral, estás completamente despierto y, por tanto, no puedes despertar. Siempre eres evidente para ti mismo: nunca estás oculto.

      Los personajes de esa obra de teatro no son unos individuos con existencia propia: eso es sólo mera apariencia. Los personajes son tú mismo loándote a ti mismo, inmerso en la gran representación de la vida, jugando a buscarte, reconociéndote en tu interior y como la manifestación de tu obra de teatro.

      Este mensaje sobre la claridad no reviste ninguna importancia ni tiene ninguna relevancia sobre ningún otro papel de la representación. No tiene ni mérito ni objetivo. No se propone que tú te encuentres a ti mismo.

      Con la claridad, todo esto —tu aparición actual en forma de obra teatral con su miríada de formas, el reconocimiento de la no necesidad de todas las cosas— resulta evidente. Ahora mismo, tú eres Conciencia, con la forma de un personaje de tu obra de teatro. Tal vez creas que necesitas que te lo confirme. Olvídate, relájate: tú ya eres Eso.

            Con todo tu cariño para ti mismo.

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