domingo, 5 de agosto de 2018

Betty: El cambio



      El despertar fue una revolución, un cambio drástico en el que cada momento es completo en sí mismo, sin relación con lo que precedió o lo que seguirá, dando paso a un mundo siempre fresco, nuevo y vivo ...

     Betty nos cuenta en el presente texto su despertar espontáneo. El interés por su existencia en la Tierra la ha acompañado durante toda su vida hasta su despertar, pero no ha seguido ningún camino espiritual específico, a ningún maestro, ninguna religión o filosofía. 

     Ella trató de experimentar lo que hay de verdad en lo que leía o que algunas personas le contaban. El despertar fue una revolución, un cambio drástico en el que cada momento es completo en sí mismo, sin relación con lo que precedió o lo que seguirá, dando paso a un mundo siempre vivo y fresco. Betty vive en Quebec y conoce a gente que la vida pone en su camino.

    Nota al lector: Este es el primer relato completo del momento en el que  Betty rompe con su sistema de pensamiento, la iconografía es específica, no es un sueño, sino una experiencia vivida de forma lúcida. 

      St Jean sur Richelieu 06 de octubre 2008, el cambio.

   Son las cinco de la mañana de un 06 de octubre de 2008. Duermo profundamente en mi apartamento de St Jean sur Richelieu en los suburbios de Montreal, Quebec. Duermo, pero al mismo tiempo, vivo un trastorno monumental. Como de costumbre, y desde mi mas tierna infancia, la forma en la que me despierto se produce en dos etapas. En primer lugar, soy consciente de mi entorno y de mi interior, después le pido a mi cuerpo que despierte y se ponga en marcha. Todo sucede en algunos segundos y paso todas las mañanas por estas dos fases de puesta en marcha según un mecanismo bien engrasado, proceso  al que estoy completamente adaptada. Pero esta mañana toda va mal. Mi mecanismo interno no responde, intento tomar conciencia de mi entorno, y despertar a mi cuerpo, pero algo me observa en desde el interior, algo impide que mi cuerpo despierte. Sin embargo, estoy en plena lucidez, lo sé, pero no puedo abrir los ojos, siento una gran incomodidad, como si me ahogase. "¡Eso es!", me dije, "me estoy muriendo, me falta el aire, me dará un ataque al corazón." Estoy a punto de morir, pero no siento ningún pánico, soy capaz de medir la intensidad de lo que está pasando, lo acepto con calma y dejo que ocurra. Me dejo llevar y abandono sin remordimiento todo lo que ha sido mi vida, mi cuerpo, todo lo que era Betty. 

     El momento en el que me abandono, me encuentro de pie, al lado de mi cama, mirando como sufre mi cuerpo. Tiene convulsiones y me digo, "no puede ser que sufra de esa manera," veo esa cosa que tiembla y sufre junto a mí, pero no lo asimilo, no hay emociones, simplemente miro. 

    ¡Eso es!  ¡es muy sencillo! , me estoy muriendo y lo acepto sin pánico, me dejo llevar por la muerte con serenidad, no hay lucha, no hay protesta, nada, solo el observar de una situación. "¡Vamos! Estoy lista ". 

       La escena cambia abruptamente. 

      Observo a dos Bettys  mirándose frente a la mesa del comedor, una está de pie y la otra sentada.
En resumen: Está mi cuerpo, que está tumbado en la cama y sufrimiento, luego hay un primer yo que observa ese cuerpo y al mismo tiempo observa a los otros dos que están mirándose en el comedor. Somos cuatro interviniendo al mismo tiempo, un yo que juega el rol de pivot y que percibe un cuerpo que sufre, un yo que es todo emoción y un yo que es racional y autoritario, todo dentro de una percepción global, y todo formando parte de mí. No es como si un observador estuviera mirando desde la distancia, no, sino que todo está incluido, al mismo tiempo distinto e identificable. 

    El ego principal observa al ego emotivo y constata una gran concentración en el dolor, el ego emocional se queja  "no puedo estar buscando siempre quien soy y no tener éxito." Muchas lágrimas, y un dolor insoportable. "Estoy sola, nadie se ocupa de mí, la infancia fue difícil para mí, pero he sobrevivido y aun continúa esta prisión a pesar de mi deseo de querer salir, nunca lo consigo! "

     El ego racional, de pie junto al emocional, que está al final a la mesa, le apunta  con el dedo, y le dice: "¡Cállate, deja de lloriquear, ya basta! " Avanza amenazándolo. Hay exasperación y casi violencia en su voz; ¡es una orden!. 

     El ego principal observa como se agita el cuerpo dolorosamente y se dice: "Así es, el cuerpo va a morir, no va a soportar esta experiencia " y, curiosamente, no se siente afectado. 

     El ego emocional está agotado, desesperado, impotente, sin reacción, la elasticidad que le permite volver a la calma se estira al máximo, cerca de la ruptura, esta a punto de perder el control. Está de tal forma aterrorizado por las órdenes dadas por el yo que tengo la sensación de que mi cuerpo disminuye y percibo mi incapacidad para responder.

    Ahora mi cuerpo no mide más de seis pulgadas (20 centímetros), no tiene fuerza parece como de gelatina, tirado por el suelo, se golpeó la cara contra el piso de madera. Oigo el sonido del golpe que me doy en la cabeza contra el suelo. 

    Me rindo, depongo las armas, sabiendo que es el fin, siento que la muerte me invade.  Es la segunda sensación de muerte, la primera era únicamente física, esta es emocional.  Es la persona la que sufría, la que quería dirigir,  la que quería seguir a cualquier precio y que no se dejaba imponer de ninguna forma lo que estaba ocurriendo. Esta es la que tiene contrato con Dios. Al mismo tiempo moría también la niña piadosa, que aspiraba a la paz, la parte intocable, la parte que guardaba de mi misma y que nadie podía alcanzar. Siento que me disuelvo, que es el último aliento de Betty, me doy por vencida por completo y me digo, "es el fin" Me siento fuertemente machacada. Y entonces todo cambia, ya no hay más ego emocional, ni racional,  no hay un cuerpo que sufre, sólo la conciencia total. 

      Entro en la sala de estar, no puedo respirar de alegría y grito: "Yo soy la alegría." Me resulta difícil de contener este maravilloso estado. Miro fuera y me siento el universo, la luz me penetra. Yo soy lo que veo y también  el aire que respiro. Camino, soy el movimiento, como este flujo que me atraviesa, no puedo quedarme quieta.  

     Me doy cuenta de que ya no soy un cuerpo, Ya no soy esta envoltura limitada, mi pequeño cuerpo no puede contener nada de esta energía fenomenal.  Es por lo que me muevo, por lo que estoy en movimiento, es demasiado poderosa para que pueda parar, constato que no podría guardar esta energía en el interior de mi cuerpo, todo va a estallar. 

     Ahora veo a mi cuerpo de unos 30 años, vestido casual en pantalones vaqueros sentada en una silla pequeña de escuela, la cabeza apoyada sobre el lado derecho. Tiene los ojos abiertos, pero sin vida, como los ojos vidriosos de un muerto, tiene menos vida que una planta.  Me dirijo a ella, diciendo:  "Estoy  contenta de verte, de no estar asociada a ti, feliz de no ser responsable de ti.  "Me adelanto hacia mi cuerpo y lo toco, siento que está vivo, que funciona, pero ya no estoy asociada con él, lo veo pero no soy yo.  Constato que estaba equivocada acerca de mí misma, pensaba que era el cuerpo del que todo parte, cada pensamiento, cada acción, pero eso no era verdad,  era un robot que yo programaba de acuerdo a mi pensamientos. 

     En un segundo, le doy la vuelta a la situación. Soy consciente de mi cuerpo acostado en mi cama que tiembla y sufre, soy consciente de mi ego racional emocional, pero yo no soy eso, el ego primitivo  ha surgido y ha evolucionado hasta convertirse en esta basta conciencia, la percepción es directa, ningún pensamiento para clasificarlo todo, y directamente, me parece que no puedo soportar eso y  gritó: "¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!  "Soy el grito, no soy mi cuerpo aullando de terror, soy el grito en toda su amplitud, en toda su vibración. 

     Lo que os digo es que soy la voz, soy la totalidad de lo que me rodea, no tengo límites, si dirijo mi conciencia a cualquier cosa,  soy esa cosa, estoy unida a todo.  Es irreversible, la antigua Betty se ha ido, mi viejo modo de operar ha muerto y yo estoy experimentando algo radicalmente nuevo. A través del grito, el primer mecanismo ha tratado de reanimarlo, pero nada funciona, mi viejo sistema de pensamiento se ha roto para siempre.  

     Miro de nuevo mi cuerpo sobre la silla, constato que está inerte, que no hace nada por sí mismo y veo cómo la locura nos lleva a la tortura de acuerdo a nuestras alucinaciones, de acuerdo a nuestras construcciones mentales.  El cuerpo es neutral, no tiene reparos,  no soy un cuerpo, soy el todo y estoy integralmente consciente desde los trescientos sesenta grados de mi nuevo campo de visión. 

     Camino de nuevo por el salón  porque hay movimiento continuo, nada está estable, nada en lo que parar, todo se mueve, todo vibra constantemente. Los muebles han desaparecido, veo las paredes y el techo hecho de una materia esponjosa, azul brillante, de hecho, no veo como usted podría verlo con sus ojos, compruebo y soy yo, y todo esto ocurre de segundo en segundo, como secuencias cortas que nacen y mueren. Soy consciente que no veo de la misma manera. Trato también de hacer hablar al cuerpo, y oigo como un eco, como una voz distorsionada, ininteligible, la visión ha cambiado, el sonido de mi voz no es percibido, ya no soy más el cuerpo, todo es está bien, nada me afecta, no hay pánico a bordo. 

      Miro las paredes azules que suavemente se desvanecen, la vivienda se ha ido, estoy en otrolugar , inundada de luz, bañada en un suave calor. Tengo ante mí una cadena de montañas y sobre la ladera de una de las montañas  veo desfilar en un color suave, como de una acuarela, el holograma de los acontecimientos de mi vida, las imágenes están llenas de vida, son parte mía, pero no me afectan emocionalmente. Me siento unida con el holograma, pero no me siento afectada. Mis sentidos se unen y se convierten en una percepción única. Mis sentidos no están separados, soy el sonido, el color, la forma, nada está limitado, todo es pleno, completo. Camino dulcemente con ligereza,  me siento libre y en paz.  

    Vuelvo a la cama y veo mi cuerpo dormir plácidamente, nada de estrés, nada de dolor. He cambiado y en este nuevo estado, sigo mi experiencia.  

      Me encuentro en un camino rural y veo una pequeña panadería, es temprano por la mañana. Siento el olor del pan que flota en el aire.  Entro en la tienda y veo que hay gente haciendo cola para ser servido.  Paso delante de todos y digo: "Yo era la primera" riendo, bromeando. 

     Me volví y vi a un hombre, el Jesús de mi infancia, una túnica larga, brillantes ojos azules y  barba. Sólo veo sus ojos. Su mirada inunda todo el lugar y siento el viejo concepto que habla sobre, todo el amor del mundo, el deseo de la búsqueda del amor infinito. La niña piadosa  se siente humilde ante  esta fuerza, esta pureza, esta belleza, esta imagen de Dios. Jesús me mira, sonríe y desaparece en silencio en la luz. Siento que con esta partida un ejército de personajes místicos desaparece igualmente de forma definitiva. 

     Una señora en el mostrador, dijo, "toma tus panes"... me siento avergonzada, siento que le he quitado el sitio a otra persona, ella me dice, "pero esto no es para ti" y me da los panes.  Ella me tiende la mano  y le doy lo que está en la mía: un corazón de chocolate negro. Miro al exterior,  fuera es  inmenso y atrayente... 





jueves, 2 de agosto de 2018

Satsang con Robert Adams


Los Cuatro Principios De La Realización De La Sabiduría Noble
Agosto 19, 1990

         : Quiero incluirlos en un pequeño secreto. No hay problemas. No hay problemas. Nunca hubo ningún problema, no hay problemas hoy, y nunca habrá ningún problema. Problema solo significa que el mundo no está yendo como tú quieres que vaya. Pero en verdad, no hay problemas. Todo se está desenvolviendo como debe ser. Todo está bien. Tienes que olvidarte de ti mismo y expander tu consciencia hasta que te vuelvas todo el universo. La realidad detrás del universo es consciencia-en-sí pura. No tiene problemas. Y tú eres eso.

Robert.  Si te identificas con tu cuerpo, entonces hay un problema, porque tu cuerpo siempre se mete en problemas de algún tipo. Pero si aprendes a olvidarte de tu cuerpo y de tu mente, dónde está el problema? En otras palabras, deja tu cuerpo solo. Cuídalo solo lo suficiente. Ejercitalo un poco, aliméntalo con las comidas correctas, pero no pienses mucho en el. Mantén tu mente en la realidad. Fusiona tu mente con la realidad, y experimentarás la realidad. Vivirás en un mundo sin problemas. El mundo puede que parezca tener problemas para otros, pero no para ti. Tú verás las cosas de una manera diferente, desde un punto de vista más alto.

      Tuve una llamada interesante esta semana. Alguien me preguntó, “La gente auto realizada sueña, o tiene visiones?” Ahora, para tener un sueño o una visión, tiene que quedar alguien para tenerlo, pero, si estás auto realizado, no hay nadie en casa. No queda nadie. Entonces es una contradicción, como lo es la verdad. Toda verdad es una contradicción, es una paradoja. La respuesta es, sabios sí sueñan algunas veces, y tienen visiones. Pero están conscientes del soñador. En otras palabras, ellos se dan cuenta que ellos no son la persona que está soñando o teniendo la visión. Pero mientras haya un cuerpo allí en algún lugar, habrán sueños y visiones. A pesar de que no haya nadie en casa, todavía habrá, de vez en cuando, un sueño o una visión.

      Como por ejemplo, Ramana Maharshi a menudo soñaba y tenía visiones. Nisagardatta soñaba y tenía visiones. Y ellos dos eran auto realizados. Pero de nuevo, la pregunta es, quién sueña, quién tiene la visión? No queda un ego, mientras el soñador esté separado del yo. Yo solo puedo hablar de mi propia experiencia. No hay diferencia para mí, en el estado de despierto, el estado de soñar, el estado de dormir, o el estado de visión. Todos son lo mismo. Yo estoy consciente de todos ellos, pero yo no soy ellos. Yo los observo. Los veo pasando. De hecho, algunas veces no reconozco la diferencia. Algunas veces no sé si o estoy soñando, o despierto, o teniendo una visión, o durmiendo. Todo es lo mismo, porque tomo un paso atrás, y me veo a mí mismo pasando por todas esas cosas.

     Entonces, por alguna razón, últimamente, he estado soñando acerca de la reina de Inglaterra. Estaba viniendo a satsang. No sé por que… como por tres noches seguidas. Pero sí tuve una visión interesante esta mañana alrededor de las cuatro, y pasaremos el resto del tiempo discutiendo sobre eso, porque la encontré muy interesante.
     
       Como muchos de ustedes saben, he tenido una visión constante, periódicamente, de yo yendo a Arunachala, la montaña sagrada donde Ramana Maharsi vivió. Y la montaña es hueca, en la visión. Y yo atravieso la montaña, al centro, donde hay una luz brillante, mil veces más brillante que el sol, pero de todas maneras es placentero y calmado, y no hay calor. Y luego me encuentro con Ramana, Jesús, RamaKrishna, Nisagardatta, Lao Tse, y otros. Y nos sonreímos los unos a los otros, caminamos hacia el centro y nos fusionamos en una luz, y nos volvemos uno. Luego hay una luz enceguecedora y una explosión, parecido. Y luego yo abro mis ojos. He compartido esto con ustedes antes.

     Pero esta mañana, por primera vez, tuve una visión muy interesante, la cual compartiré con ustedes otra vez. Soñé que yo estaba en algún lado en un espacio abierto, un espacio hermoso. Había un lago cerca, árboles, un bosque. Y yo estaba sentado debajo de un árbol, en este espacio abierto. Y yo tenía un atuendo naranja de un renunciante. Debí haber sido Budista. De repente cientos de bodhisattvas y mahasattvas llegan del bosque y empiezan a caminar hacia mí. Y todos se sientan en un semicírculo alrededor mío, en meditación y me pregunté qué estaba yo haciendo. Luego me di cuenta que me había convertido en el Buda. Y todos nos sentamos en silencio por ahí por tres horas.
Luego uno de los bodhisattvas se levantó y hizo una pregunta. Él dijo, “Maestro, cuál es tu enseñanza?” No era en Inglés. No sé en que idioma hablaban. Pero yo lo entendía bastante bien. Y sin dudarlo dije, “Yo enseño Auto Realización de la Sabiduría Noble.” Y él se sentó.

     Nos sentamos por otras tres horas en silencio, y luego otro bodhisattva se levantó e hizo una pregunta. “Maestro, cómo podemos saber cuando uno está cerca de la auto realización? Cómo puede uno saber cuando está cerca de volverse auto realizado. Cómo se da cuenta uno?”

     Y de esto es lo que me gustaría discutir hoy. Cómo podemos darnos cuenta si estamos en el camino correctamente? Di cuatro principios, lo que en realidad nunca hago estando despierto. Nunca doy una enseñanza. Pero estaba dando una enseñanza, entonces la compartiré con ustedes. Expliqué cuatro principios, donde sabes que estás cerca de la auto realización. Por supuesto, todos ya estamos auto realizados.

     Principio número uno: Tienes un sentimiento, un entendimiento completo que todo lo que ves, todo en el universo, en el mundo, emana de tu mente. En otras palabras, tú sientes eso. No lo tienes que pensar, o tratar de que venga. Llega por sí solo. Se vuelve una parte de ti. La realización de que todo lo que ves, el universo, la gente, gusanos, insectos, el reino mineral, el reino vegetal, tu cuerpo, tu mente, todo lo que aparece, es una manifestación de tu mente. Tienes que tener ese sentimiento, ese profundo entendimiento, sin tratar de hacerlo.

      Entonces tú te preguntas a ti mismo, “En qué pienso durante todo el día?” Por supuesto, si temes algo, si te preocupas, si crees que hay algo mal en algún lado, si piensas que estás sufriendo de escasez, o limitación, o enfermedad, o cualquier cosa, entonces tú estás completamente afuera, porque no estás entendiendo que todas estas cosas son simplemente una manifestación de tu propia mente. Y si te preocupas por estas cosas, te apegas a imaginación falsa. Se llama imaginación falsa. Has estado apegado a energía de hábito por muchos años, y todos estos apegos y creencias vienen de energía de hábito.

     Es como ver un show de televisión y volverse uno de los personajes, cuando sabes que tú ni siquiera estás en la televisión. Pero tú crees que eres uno de los personajes en el show de televisión. Así es con el mundo. No te involucres. No quiero decir que te vuelvas pasivo, quiero decir que tu cuerpo hace lo que se supone tiene que estar haciendo. Recuerda, tu cuerpo vino a esta tierra a hacer algo. Hará algo sin tu conocimiento. Se cuidará de sí mismo, no te preocupes. Pero no identifiques tu cuerpo contigo mismo. Son diferentes. Tu cuerpo no es tu ser. Y probaré esto. 

      Cuando te refieres a tu cuerpo, qué dices? No dices, “Mi cuerpo?” Quién es este “mí” al que te estás refiriendo? Dices, “Mi dedo,” “Mi ojo.” A quién te estás refiriendo? No podrías estar hablando de tu cuerpo, porque estás diciendo que es mi cuerpo, como si fueras dueño de este. Quién es el dueño? Esto te prueba a ti mismo que tú no eres tu cuerpo. Entonces no te identifiques a ti mismo con el cuerpo y con el mundo.

      Por lo tanto el primer principio, para ver qué tan cerca estás a la auto realización es: No estás sintiendo que te estás identificando con el mundo. Estás separado y estás sintiendo felicidad, porque tu estado natural es felicidad pura. Una vez te identificas con cosas del mundo, lo arruinas. La felicidad desaparece, se disipa. Pero cuando estás separado de cosas del mundo la felicidad es automática, hermosa, felicidad pura, llega por sí sola. Entonces ese es el primer principio.