lunes, 25 de marzo de 2019

La Comprensión


   
     El Auto-realizado, uno que se ha dado cuenta del Sí mismo, no necesita ninguna religión. Si de hecho, existe la firme convicción, el conocimiento no conceptual desnudo anterior a cualquier palabra, pensamiento, concepto o lenguaje adquirido, de que soy Eso, Yo Soy Ese Absoluto no dual, entonces ¿dónde está la necesidad de cualquier dios o religión, cuando en realidad eso es todo lo que hay? ¿Dónde está el espacio para cualquier entidad o persona separada en esta perfecta conciencia? Si a través de la investigación uno no puede encontrar ningún "yo" o entidad presente allí y, sin embargo, todavía existe la presencia de la conciencia, debe aceptar que usted es la conciencia misma. Si no estás inconsciente entonces debes estar enterado al ver estas líneas onduladas en la pantalla de una computadora y luego interpretar estas líneas como palabras o lenguaje a través de la habilidad adquirida de haber aprendido a leer.

     No hay progreso en la conciencia no nacida, no hay evolución, no hay tiempo involucrado con la conciencia. La conciencia no viene de ninguna parte, no va a ninguna parte. ¿A dónde va la conciencia cuando mueres? No va a ninguna parte. La conciencia es autoexistente, brillante, autoconsciente, no hay criatura, creación, sustento o destrucción en la conciencia; No hay dios que haya creado la conciencia. El alma individual, el mundo y Dios son apariencias ilusorias como la plata en la madre perla, la conciencia es la única y única constante. Entonces, hay autoliberación a través del ver con la conciencia desnuda.
     En el estado natural, la conciencia no es consciente de sí misma, no se conoce a sí misma, no necesita conocerse a sí misma ya que hay totalidad, una única masa unitaria - Sat-Chit-Ananda: Existencia-Conciencia-Felicidad Absoluta, no dual, ininterrumpida plenitud, plenitud, felicidad. En este mundo de la Totalidad no hay yo ni otro que el yo. La felicidad es tu verdadera naturaleza. La especulación ociosa o el pensamiento insustancial que surge o se produce, como: ¿Me gustaría conocerme a mí mismo o quién soy yo?  es absolutamente absurdo ¿Hay dos yoes que uno pueda conocer al otro? Es la experiencia íntima de cada uno en la que se es consciente de que solo hay un Sí no dividido.
     Este es entonces el conocimiento directo, fuera de las palabras escritas o escrituras, de que nadie existió antes que yo, y que soy la única realidad, un ser puro no dual sin ningún segundo, sin ninguna dualidad en ningún punto imaginado. Esta libertad, que es esta inmediatez, no está calificada y no tiene límites. Esta primera y única libertad que es esta conciencia de presencia siempre fresca, es la libertad de lo conocido. Libertad del pasado muerto, del tiempo y la mente adquirida de la memoria.
     Obviamente, en este Absoluto no dual, en este ser puro que soy, no hay tiempo en absoluto, de lo contrario no sería Absoluto. ¡El ser no se está convirtiendo, puro y simple, completo! Esto no es para especular, no es algo para discutir o estar en desacuerdo. Esto es sobre el autodescubrimiento para el cual no hay final. Si vas a la mente, que es el tiempo, y tratas de resolver las cosas y resolver todo esto, ¡entonces estás totalmente perdido en esta inmediatez eterna! Nunca encontrarás ninguna solución allí, no importa lo duro que lo intentes.